miércoles, 20 de junio de 2012

Espacio y Tiempo... un punto en la historia de la palabra!

Día del Escritor
Un 13 de junio de 1874 nació en la provincia de Córdoba una de las plumas argentinas y latinoamericanas más destacadas en la primera mitad del siglo veinte.
Por ello se conmemora el Día del Escritor. La fecha  encuentra su explicación en que un 13 de junio, pero de 1874, nació Leopoldo Lugones en Villa María del Río Seco, el corazón de la provincia mediterránea de Córdoba.

Una de las muchas  acciones y obras que emprendió Lugones   fue la fundación de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) que, luego del suicidio del poeta, estableció el día de su natalicio como el Día del Escritor.

Hoy agasajo esta fecha y va mi homenaje a quienes ejercen el don de la escritura; recordando a otro excepcional escritor “Eduardo Francisco Ferreira Sobral” quien con humildad de pensamiento y grandeza de espíritu no dejó un día sin escribir una línea, proyectando su pensamiento humano -ahondando en la esencia del hombre- y abarcando el devenir histórico de su país, nuestra Argentina, con la que siempre tuvo un gran compromiso cívico, enamorado de su Patria grande.
En apretada síntesis biográfica, nació el 29 de enero de 1936 en Córdoba, a partir de los siete años comenzó a manifestar su vocación por la escritura, alcanzó sus estudios secundarios en el histórico “Colegio Monserrat” … y luego en un abrir de alas, inició su propio vuelo: nuevas capacitaciones, participaciones en su provincia, en la nación, otros países y finalmente en su ciudad chica “Unquillo” donde en copañía de su numerosa familia y amigos, aún de pie y con el cuello alzado como cisne enamorado por la vida, el 31 de julio de 2011 dio el paso trascendente, en su permanente  búsqueda del infinito amor … como sensitivamente decía en una de sus poesías: “Mi  última oración” …
                                                                      ¡Oh cruz!
                                                                        así,
                                                                       entre mis manos prisionera,
                                                                       en la grave prisión de mi cansancio,
                                                                       conducirás tu milagro,
                                                                        el de la vida,
                                                                         y llevarás mi corazón a puerto.”
Su obra como poeta ha merecido importantes distinciones y premios;  y en sus múltiples facetas de genio creador publica numerosos trabajos sobre bibliografía y documentación. En filosofía por ejemplo, con “Filosofía de la Información”, “Teoría del Arte”, “Teoría de la Experiencia Estética”,, etc; en otros géneros como ensayo, novelística, teatro, cuento, etc.; obras en la que su objeto es el hombre, el amor, el dolor…”. Debemos considerar también sus trabajos de traducciones.  Asimismo como publicista hemos tenido oportunidad de conocer sus escritos en numerosos diarios y revistas del país y del extranjero, sobre crítica cinematográfica, historia, museología, sociología, etc.
Así expresaban sobre su obra “Unas palabras con Dios”:
 Vicente Aleixandre (1898-1984) Premio Nacional de Literatura de España, 1933; Premio Novel de Literatura,1977 : “Hermosa vastedad de silencios en los cuales se insinúan susurros  y palabras; pero en el fondo, más allá de quejas y desencuentros, una búsqueda que no deja en el camino a la esperanza”.
Y Fermín Estrella Gutiérrez (1900-1990) Premio Nacional de Literatura Argentina, trienio 1947-1949, Vicepresidente de la Academia Argentina de Letras: “El libro y su título le han hecho recordar a mis admirados místicos españoles, quienes sin intermediario alguno, hablaban con su Dios, con palabras cuya belleza no ha empañado el tiempo. Hermoso y límpido, como agua de manantial su verso. Lo felicito por su bello libro y lo saludo con la mayor estimación y simpatía”.
Si tuviera que hacer alguna declaración, sería que fue un modelo de vida no solo por sus palabras sino por el ejemplo que dejó en obras basadas en el amor, lo respeto y espero escuchar con interés los recuerdos que todos tenían de él, que ha influenciado a tantos.

Patricia Laura Bosio Ferrer