domingo, 20 de febrero de 2011

Palabras desde el corazón de un gran amigo...

 ... Y  FUE EL NUNCA PARTIR

El tiempo nos va dando razón para el recuerdo:
son los rostros guardados para siempre en nosotros
cual música soñada de amaneceres nuevos.
No hay olvido que valga donde se dio el amor;
y  las palabras vuelven a encontrarse en los días
con el mismo mensaje que escuchamos ayer.
Es la brisa querida que enamorada dice
no lloren por ausencias porque nunca partí.
En el brindis callado se dan las resonancias
de las voces que el tiempo jamás podrá olvidar;
corramos a la pena que interrumpe el susurro,
y sea, el manantial de vida que siempre nos unió.
Busquemos en los mares los barcos del ensueño,
Busquemos en el aire los perfumes de ayer…
las lágrimas vertidas las va secando el tiempo
pero el querer del alma lo guarda el corazón,
hasta la casa misma, con su parque arbolado
y aquella enredadera que en primavera vuelve
a su trepar de siempre, a jugar con la luz
Ya ven, no tengan dudas, simplemente descanso;
estoy diciendo cosas y los rincones hablan…
mis memorias de antaño con recuerdos de Unquillo,
los amigos queridos que hoy reencontré;
la radio con su fútbol, los partidos de ayer.
El pino con sus luces les repite palabras
de Feliz Navidad:  y cuando cambie el año,
cuando sean las doce, golpeen a la viga,
para que suene a nuevo, anunciando la paz.

24 de diciembre de 2008
Eduardo Francisco Ferreira Sobral